Gonzalo Moreno de Rosendo (No sabía que esto era así)






NO SABÍA QUE ESTO FUERA ASÍ

Recuerdo aquel primer día que te vi, era un día normal, como el resto. No se porque me quede mirándote y tu casi instantáneamente te giraste y me miraste, dijiste algo pero no lo podía escuchar. Te intente tocar pero había algo que no me dejaba, estaba sorprendido y, en ese momento, comenzaste a hablar con otro señor y yo pues me dormí.

De repente me desperté en un lugar muy extraño, no veía nada e intente pedir ayuda. Al momento empiezo a ver luz y veo a ese hombre otra vez, pero no estaba solo. Tenía miedo, yo era muy joven y nunca había visto a esa gente, ¿Dónde estaba? me preguntaba sin cesar. Se dieron cuenta de que no estaba muy cómodo pero, en ese mismo instante llegó una niña y me consiguió tranquilizar. Acto después me dormí. Pi pii piii oigo un ruido por la noche, imaginaciones mías supongo, pero me desvelé y decidí ir a investigar donde estaba. Me moví por todo el recinto y llegue a una habitación gigante, tarde en reconocerla pero era en la que me encontraba por primera vez. Seguí dando vueltas hasta que llegué  a otro lugar, no era tan grande pero olía muy bien. De repente, se enciende la luz y estaba ahí el señor, me vio y nada más verme abrió  una puerta y me dio de comer, gracias yo le dije, pero él no respondió.

Pasaron 2 meses y estaba muy cómodo en ese lugar, hacía calor, me daban de comer, cariño, etc. A veces yo hacía cosas que no le gustaban al señor y me regañaba, últimamente era mas de lo normal, pero no  me preocupé. Un  mes mas tarde ni siquiera la niña me hacía caso y no sabía porque era. Un día me desperté como de costumbre por la noche pero me sentí como el primer día, ¿qué estaba pasando?. Nada más pensarlo sonó un ruido raro y me golpeé, noté un movimiento y me entro un escalofrío no por el miedo sino por el frío. Como el primer día empiezo a ver una luz, en este caso era un a luz diferente. Me giro y estaba otra vez el señor, le pregunté que estaba pasando, sin decir nada se giró y se montó en el coche, comencé a perseguirle pero no pude, era muy rápido.

Sin querer me encontré en un instante perdido en mitad de la nada y con mucho frio. El coche se me había escapado y me giré. Nada más girarme una gran luz me cegó, sonó el mismo sonido raro que había sonado antes de que me abandonará.  Estaba cegado el sonido me había dejado sordo y noté un ligero golpe, yo no sabia que pasaba como de costumbre pero me vi en el aire volando y bum.

Gonzalo Moreno de Rosendo

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