ÁNGEL
-Era mayo de 1937,
en plena Guerra Civil española, cuando Ángel fue mandado al frente extremeño
por los nacionales para llevar a cabo la labor de vigilancia y descubiertas,
estando en esas misiones hasta fin de año.
Pasaron ocho semanas
de servicio militar no fuera de lo común. El 26 de junio, Ángel se disponía a
comenzar su labor de vigilancia montado a caballo como era de costumbre, pero
ya casi finalizando su trabajo su caballo fue víctima de un disparo republicano
con la mala suerte de morir y caer encima de Ángel con todo el peso adicional
de las armas que él llevaba encima sin que pudiera escapar. Por si no era poco
ya estar atrapado bajo su caballo muerto y tener que volver a pie, tuvo también
la mala suerte de que bajo su caballo parecía un espía por lo que tanto los de
uno y otro bando del frente empezaron a disparar. Ángel no podía morir ese día,
no, en ese momento llevaba consigo en su guerrera un telegrama, pero no era un
telegrama cualquiera. Dicho documento decía que había nacido su primer hijo,
por lo que con todas sus fuerzas, con todas sus ganas, comenzó a gritar y a
pegar voces a sus compañeros para que dejaran de dispararle y uno de ellos
exclamó : ¡Ehh, que es Bielsa!¡Dejad de disparar, es Bielsa! Y en ese momento
se cortaron los disparos amigos. Tras este infierno Ángel, fue capaz de salir
con vida.
Al poco tiempo, se
le presentó la oportunidad de asistir a un curso de aviación en Málaga
sustituyendo así una temporada de estar en pleno campo de batalla la cual
aceptó. Una vez en Málaga, él y todos los otros 89 hombres que asistieron
fueron examinados de manera que los que calificaran entre los quince primeros,
se quedarían ahí para enseñar a los que vinieran después, y el
resto serían enviados de vuelta a los lugares donde estuvieran destinados.
Ángel sacó una de las quince mejores notas por lo que no tuvo que regresar a
Extremadura y recibió el título de Cabo Especialista . Ya en 1939, fue
licenciado tras acabar la contienda.
-¿Y todo esto lo
hizo tu padre?
-Sí, y hoy ya has
pagado tu impuesto revolucionario de abuelo pesado, pero otro día si quieres te
cuento también las batallitas de tu tatarabuelo Segismundo.
-Vale abuelo.
-De nada Mariano.
Mariano Díez Bielsa -
4ºF - Nº12
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