Juan Francisco Cebrián Rodríguez (Tiempos de guerra)



TIEMPOS DE GUERRA

Rusia, verano de 2016, en una región al este de Siria. El comandante general de las fuerzas blindadas rusas llamado Igor Tripaloski se disponía a lanzar una ofensiva sobre una ciudad llamada Mosul.

El panorama era grandioso la mayoría de las fuerzas blindadas rusas se encontraban en un mismo punto formando una gran fila de individuos. En ese preciso instante el comandante general empezó a explicar su plan cuyo nombre en clave era “la Operación Citadela”
-          “Hoy   es un gran día para nosotros, hoy enseñaremos a esos extremistas quiénes son los que mandan en esta maldita guerra”; dijo el comandante.
-          Nuestro plan es muy sencillo caballeros, el primer y segundo batallón de carros T-70 deberá lanzar un ataque frontal justo después de que nuestros bombarderos lancen una primera andanada de bombas.
-          Después las unidades motorizadas transportarán a la infantería al centro de la ciudad donde se tendrán que enfrentar a los extremistas
-          Por último, por el Norte de la ciudad el octavo regimiento de carros IS-3 acompañado de dos regimientos de infantería penetrará las líneas enemigas justo después de que nuestra artillería bombardee la zona.
-          “Esto es todo caballeros, que tengan buena suerte”; concluyó el comandante

Septiembre de 2016, Moscú, Rusia
La familia Tripaloski se encuentra tranquilamente viendo una película en la televisión pública rusa, de repente aparece la presentadora de las noticias rusas diciendo lo siguiente:
-          “Últimas noticias de la guerra en siria, la gran ofensiva dirigida por el general Igor Tripaloski ha sido un completo fracaso, según las últimas comunicaciones hemos podido saber que las bajas de nuestro ejército se cuentan por miles, el mismo comandante se encuentra desaparecido ya que el mismo participó en la batalla “; dijo la presentadora

Ante esto los miembros de la familia se quedaron paralizados ante semejante noticia, después de unos instantes el hijo mayor de la familia, Alexis Tripaloski con sólo 19 años tomo una decisión que cambiaría su vida para siempre.

Alexis Tripaloski buscando repuestas decidió alistarse en la armada de tierra del ejército ruso, debido a que tenía una muy buena puntería fue asignado como artillero en el cuarto regimiento de T-62A. 


Verano de 2020, en Siria

Alexis había sido condecorado con la cruz de valor rusa ya que él y su tripulación habían destruido 30 tanques enemigos en una sola batalla. El conocía muy bien su tanque el famoso T-62A una variante mejorada del antiguo T-70 que solía manejar su padre.

La situación de la guerra era muy favorable para Rusia ya que habían conseguido expulsar a la mayor parte de los extremistas del país. Sin embargo, mientras estaba disfrutando de unos días de descanso lejos del frente Alexis recibió un mensaje de su general diciéndole que en un pueblo cerca de la línea de frente se habían producido una serie de ataques por parte de los extremistas y que los hombres habían tenido que retirarse. El general le pidió que fuera allí con su escuadrón para asegurar de nuevo el pueblo y así evitar más bajas ya que los hombres que estaban ahí no tenían apoyo aéreo ni terrestre.

Alexis y su escuadrón aceptaron la misión y se prepararon para partir hacia aquella zona. Cuando llegaron al campamento ruso que estaba a 10 kilómetros del pueblo Alexis observó que los hombres tenían una cara muy pálida. Alexis preguntó que les pasaba y la respuesta de los soldados le dejó desconcertado.

Parece ser que el líder de los extremistas les había obligado a ver como torturaban a sus compañeros y como violaban a las enfermeras que estaban tratando a los heridos. Al oír esto Alexis decidió que deberían atacar lo antes posible y rescatar a los prisioneros sin olvidarse de ejecutar al líder de los extremistas.

28 de agosto de 2020, a las afueras de Irishak

Caía la noche y los tanques rusos empezaron a moverse silenciosamente:
-          “Objetivo a 5 kilómetros” dijo Alexis
-          “Objetivo a 1 kilómetro reducir la velocidad y activad los sensores infrarrojos”
Justo en ese preciso instante el tanque que estaba a la derecha de Alexis estallaba en mil pedazos
-          “¡Tenemos fuego enemigo, divídanse e intenten encontrar al objetivo vamos vamos vamos!”
Segundos más tarde un segundo tanque estallaba provocando un sonido atronador, afortunadamente uno de los tanques detectó al enemigo y en cuestión de segundos eliminaron la amenaza. Consiguieron adentrarse en el pueblo la infantería eliminó a los enemigos que quedaban.
De repente hubo una potente explosión que sacudió su tanque y que mató a un par de hombres, el tanque había quedado inutilizado. Alexis al ver que su escuadrón había sido eliminado decidió que el si tripulación debían encontrar y acabar con el líder de los extremistas. Por suerte pudieron ver que el ayuntamiento del pueblo había unas luces encendidas y gracias a una mirilla pudieron ver que dentro estaba el líder.

Planearon su ataque y lo que proponía Alexis era juntar unos barriles de gasolina en la puerta y disparar con el potente cañón de 120 milímetros que disponía el tanque y así matar a la mayoría de hombre sin sufrir bajas.  En el momento en el que el cañón disparó el edificio entero se vino abajo, aliviados de haber acabado con tal amenaza cuando Alexis pudo observar a un viejo salir de entre las llamas sujetando una pistola.

Al ver que llevaba un uniforme de comandante ruso corrieron hacia él, pero en cuanto estaban los suficientemente cerca empezó a disparar matando a dos de sus hombres e hiriendo a otro, rápidamente Alexis le disparo en la pierna y lo derribó. Pero cuando miró la cara de ese hombre sus ojos no podían creer lo que estaban viendo.
Aquel hombre que había matado a tantas personas inocentes era su padre Igor Tripaloski, sin poder contenerse Alexis comenzó a llorar, pero aquel hombre ya no era el padre que él había conocido porque con un rápido movimiento le robó la pistola a Alexis y se suicidó delante de sus narices.

Mi nombre es Alexis Tripaloski y esta es mi historia.

Escrito por Juan Fco. Cebrián Rodríguez 1ºA noviembre de 2017






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