LA CAIDA DEL SENTIDO COMÚN
El 23 de junio del año 2016 se realizó el
referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, pero antes de
analizar el resultado y las consecuencias sociales y económicas que tuvo esta
consulta retrocedamos al pasado.
En el año 1973 el Reino Unido junto con países
como Dinamarca e Irlanda se une a la CEE bajo el gobierno del primer ministro Edward
Heath aunque no durante mucho tiempo esta unión no fue cuestionada.
El 5 de junio de 1975 se realizó un referéndum
en el cual los británicos (que por aquel entonces conservaban el sentido común) votaron a la permanencia de
manera aplastante, aunque la victoria del sí dejó secuelas internas en el
partido laborista, el partido gobernante en aquella época. Se fortaleció la
idea de un mercado común europeo con el Reino Unido como uno de los actores
principales.
En el año 1983 tras la aplastante victoria de
Margaret Thatcher, finalmente el partido laborista cambió su política en contra
de la Unión Europea y decidió ajustarse al sentido común.
En el año 1994 se crea el antiguo Referéndum
Party partido en contra de la nueva UE pero que en las elecciones generales de
1997 a pesar de un número de votos cercano al millón no consigue representación
en el parlamento.
Por último tras la victoria del partido
conservador liderado por David Cameron en el año 2015 y con la presión
constante del partido independentista UKIP el cual era respaldado por una buena
parte de la población, se realizó el 23 de junio de 2016 una consulta sobre la
permanencia en la Unión Europea la cual desembocaría en la ruptura del Reino
Unido con el resto de países de la UE.
Un resultado que dividió a la población y creo
fronteras entre los territorios del Reino Unido entre unionistas y separatistas
y destapó heridas del pasado e incitó a la realización de un segundo referéndum
en Escocia el cual ha quedado aparcado de momento.
Entre las consecuencias sociales que tuvo este
rechazo a la continuidad en la UE se encuentran el crecimiento de la xenofobia
y el racismo en especial contra la comunidad musulmana aunque también contra
comunidades occidentales como la española o la italiana.
Respecto a las consecuencias económicas algunas
de ellas son la debilitación del comercio entre el resto de la UE y el Reino
Unido, la caída de la libra en el mercado monetario, además de la perdida de
empleos y la caída del PIB
El Brexit es una de las mayores perdidas de
sentido común de este ajetreado siglo XXI, ya que la unión hace la fuerza.
Arturo de Cevallos Linares, 4ºA, Nº4, Noviembre
2017
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