COMO IR A
LOS TOROS SIN MORIR EN EL INTENTO
Hoy a mi madre le
han invitado a los toros.
Era la primera
vez q iba y nos hemos reído mucho con ella al llegar a casa porque nos ha
contado que no se ha enterado de nada.. Que la plaza es un mundo, que la gente
comenta las jugadas como en el futbol y que parece que cuando un entendido en
este arte, te habla de lo que está
ocurriendo, todo tiene más sentido.
Pero aun así se
ha sentido perdida y sin comprender el ritual de una plaza de toros. No sabe
porque desde el tendido 7 todo el mundo protestaba, silbaba, alzaban las manos
sobre todo cuando intervenía el picador.... Nos ha contado que el peligro está
latente y que el peor momento es cuando llega la hora de decir adiós al animal,
es decir de matar al toro, porque en todas, aunque en algunas más que otras, se
le ha hecho una muerte larga y agónica!
Que lo único que
ha sacado en claro, es la cantidad de expresiones que utilizamos en la vida
cotidiana que provienen del mundo del toro!!!!! Y ha empezado a ponernos
ejemplos, como:
“Que bien se ven los toros de las barrera”, y
es verdad, así es muy fácil criticar sin estar en el ruedo y en la arena
dándolo todo. Solo hace falta estar en la plaza y tras la barrera, en posición
cómoda, para entenderlo.
Y ha seguido
añadiendo, un montón de frases que según ella reflejan la vida misma y que ha
ido visualizando e interpretando durante la corrida. Como por ejemplo:
“ Estar para el
arrastre” porque quien no ha utilizado
en algún momento, sobre todo cuando termina la semana, una expresión tan
taurina, que describe de manera tan grafica el estado lamentable, al que llegas
al final de la semana y que puede ser perfectamente comparable con el estado
del animal cuando atraviesa la puerta de arrastre. ¡Nos ha dado un ataque de
risa solo de imaginarlo!
Y la expresión
de "Torearle a uno", cuantas veces no nos han mareado de un sitio a
otro, de una caja a otra, de un mostrador a otro, como al pobre toro.
Y aquello de que
te "echen un capote" .. Que expresión tan adecuada, sobre todo
te das cuenta de su valor y alcance cuando ves en la plaza de toros como el
novillero sale al socorro del torero, justo cuando lo necesita.
Y cuando
te dicen “Suerte y al Toro”.. Igual de elocuente.. El que se pone frente al
toro, desde luego que va a necesitar de la suerte, entre otras cosas.., como la
vida misma, cada vez que decidimos lanzarnos a algo con un destino
impredecible.
Y cuando alguien te dice “ a
Toro pasado”, con toda la razón, porque ya donde está el mérito, si el peligro,
llámese toro, ya ha pasado o está lejos.
Y sin más, así de efímera ha sido la
relación entre mi madre y el mundo taurino, porque como todos sabemos “ es
imposible amar algo que no se conoce”.
Nicolás Melchor
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