MIEDO
Miedo
a lo nuevo, al cambio. Miedo a dejar atrás recuerdos, vivencias, amigos. Miedo
a perder todo, a perder aquello que tanto apreciamos. Y es que se acerca ese
momento (de momento lejano) que nadie quiere que llegue, abandonar el nido,
abandonar el colegio, abandonar una etapa irrepetible, una etapa que ha marcado
mi vida. Un momento que tarde o temprano va a llegar para bien o para mal.
Me
pongo en situación. Salón de actos, 300 personas mirándome, mi profesor
favorito poniéndome la banda, una sensación de nostalgia y a su vez de
felicidad recorre mi cuerpo de arriba abajo como si parte de mi alma se
quisiera quedar en mi casa, en mi COLEGIO. Una sensación de no saber si llorar
de alegría o de tristeza. En menos de un segundo pasan por mi cabeza toda una
serie de recuerdos a cada cual más conmovedor, mi primer día, mis primeros
amigos, mis primeras notas, mi primera vez en la piscina, el patio, las
canchas, el 50 aniversario, los cambios a la ESO y bachillerato con los que
llegaron mis primeros suspensos, aquel inolvidable viaje a Portugal, el viaje
de fin de curso, mi última gala, mi último examen, aquel
último paseo por los pasillos, mis profesores y compañeros a lo largo de estos
maravillosos años y un sinfín más de recuerdos únicos e irrepetibles que no
cambiaría por nada.
Se
acerca la EVAU y comienza a crecer el miedo. Miedo a fallar, a decepcionar a
mis profesores después del empeño y esfuerzo que han depositado en mí. Miedo a
hacer mal un examen y no poder entrar en la carrera que llevo soñando desde
hace años. Miedo a haber perdido tanto tiempo estudiando para nada.
Pero
todo tiene su lado bueno. Llegará el verano, ese verano que con tanta ansia
esperamos, que ya en noviembre estamos pensando en planes para hacer, que si
Mallorca, Interrail, una semana en la playa con unos, otra semana en la playa
con otros, que si Camino de Santiago, que si un fin de semana en la sierra,
tantos planes que al final vamos a necesitar 5 meses de verano.
Terminará
el verano y llegará la Universidad de la mano del miedo. Un miedo diferente, un
miedo a la incertidumbre. Miedo a si tendré suerte con los amigos que haga.
Miedo a saber adaptarme a un ambiente totalmente desconocido. Miedo a si me
gustará o no la carrera, a si he elegido lo mejor para mi futuro. Miedo a si no
soy capaz de terminarla de lo difícil que es.
Por
eso después de tanto miedo en el cuerpo que tengo quiero hacer una reflexión.
Todo lo bueno se acaba, pensaremos en un ‘’ y si hubiese hecho esto…’’ ‘’y si
hubiese aprovechado más el tiempo’’. Todavía estamos a tiempo de seguir
disfrutando de esta maravillosa etapa, no ha acabado, nos espera lo mejor. Un
último año que nos hará crecer como personas, como amigos y como compañeros.
Por eso os animo a todos a que todos juntos aprovechemos el tiempo, que vivamos
el momento y que disfrutemos de los pequeños detalles que son los que marcan la
diferencia.
Irene Jiménez Berazaluce
Comentarios
Publicar un comentario