Enrique Merás (Mi sueño americano)



MI SUEÑO AMERICANO


La aventura que hizo que mi forma de ver las cosas de otra manera empezó el año pasado el diez de agosto para ser exactos. El cinco de agosto estaba de vacaciones en Marbella como suelo hacer la primera quincena de agosto y sobre las cinco de la tarde me mandaron un what´s up unos señores a los que no conocía de nada. Me contaron un poco quienes eran y en que trabajaban (Ron Cohan y Steven Roberts) pero lo más sorprendente fue que me dijeron que en cinco días debía estar en Los Ángeles porque el colegio empezaba en dos semanas, obviamente yo me quede muy sorprendido tras estas importantes noticias. Así que no quedaba más remedio que ir a Málaga para coger el ave a Madrid e irme a Estados Unidos durante 11 meses.

Las primeras impresiones de mi familia fueron muy positivas. Tenían una casa bastante grande, dos perros e incluso vivían en el típico barrio americano con árboles en las aceras y un chalet en frente del otro. Pero si hay algo de lo que me enamore nada más verlo fue mi colegio. Me sentía como en una película de Hollywood. Era ese colegio enorme con campos de football americano, beisbol, gimnasio, polideportivo esos largos pasillos repletos de taquillas, incluso tenían un auditorio enorme, algo así como el salón de actos de aquí.

A las pocas semanas ya conocía a bastante gente porque me metí al equipo de football americano, la verdad es que no he estado en unos entrenamientos tan serios e intensos en mi vida. Fue una experiencia irrepetible. De ese equipo saque a mis mejores amigos con los que hoy sigo manteniendo el contacto (Jessie, Emoji y Lenin). Más tarde comenzaría con fútbol que ese sí que era mi deporte y después del primer entrenamiento me subieron con los de primero y segundo de bachillerato, el equipo era bastante mejor de lo que me esperaba y después de tres meses jugando al fútbol cinco días a la semana me apunte a atletismo simplemente para no llegar a casa pronto y aburrirme porque en mi equipo era más bien de los lentos, no gane ni una carrera en todo el año, pero bueno siempre me ha gustado competir.

Ahora os voy a hablar brevemente de lo mejor que me paso en todo el año, mi familia. Era excepcional, por supuesto teníamos peleas como en todas las familias, pero han hecho tanto por mí que no sé cómo agradecérselo. Desde el primer día me hicieron sentir que era una pieza importante de la casa, me venían a ver a todos los partidos, me llevaban a restaurantes todas las semanas, y me llevaron de viaje a sitios que jamás habría imaginado que fuese a conocer: empezando por San Francisco, en mi opinión la ciudad más bonita de toda california y para muchos la más bonita de Estados Unidos, esa misma semana vistamos Yosemite valle era precioso, rodeado con cinco cascadas. Al final del año fuimos al valle de los muertos que lo único que te daban ganas era que pasara una ráfaga de viento, pero cuando llegaba dicha ráfaga ese aire estaba ardiendo así que visitábamos algunos sitios por la mañana y por la tarde nos quedábamos en la piscina.

Las dos últimas semanas de mi año las pase en Florida con mi equipo de fútbol para jugar un torneo del cual quedamos terceros. Es uno de mis tres mejores recuerdos con diferencia. Sin complejo alguno puedo decir que son mi segunda familia y que les echo de menos, pero en dos semanas ya estaré de vuelta y aunque este sueño vaya a ser más breve estoy seguro de que será fantástico.

Enrique Merás Trigueros, 1ºBachillerato A. 24/5/17

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