Alfredo Ramirez (La Matrix)



LA MATRIX


Érase una vez una granja, pero no una granja cualquiera, sino una granja industrial de engorde típica del siglo XXI...


Dicha granja desprendía un aroma propio  de cualquier granja, pero esta dejaba entrever algo más  que otras granjas, se podía oler el aroma de la ignorancia, pasividad, mediocridad  de todos los animales que allí dentro vivían, desde el momento de su nacimiento hasta su muerte.

Todo iba normal en la granja, básicamente como debía de ir, hasta que un día  Eddie, un pollo  que vivía junto a los más de 4000 pollos que había en la granja , empezó a pensar por sí mismo .


Eddie tenía un espíritu luchador, era enérgico, había algo dentro de él que le dictaba  ser diferente a los 3999 pollos restantes en la granja o como deberíamos llamarlo: La Fábrica.


Un buen día Eddie se disponía hacer su habitual rutina cotidiana, despertarse, comer, comer, recibir antibióticos, comer, comer, comer, y volver a dormir.
Al día siguiente hubo algo en su consciencia que le obligó a mirar más allá de sí mismo, y empezó a observar a los demás. Empezó a fijarse en  lo que pasaba  día a día en esa nave de 30 metros de largo por 10 de ancho.


Tras una semana observando, se dio cuenta de que todas las semanas se iban por lo menos 300 pollos y entraban otros 300 pollos nuevos a la nave, se dio cuenta de que todos a su alrededor actuaban de la misma manera, nadie se cuestionaba nada dentro de esa nave, lo veían todo normal, todo correcto.
Eddie entonces comenzó a hacerse preguntas del tipo: ¿Dónde van todos esos pollos que nunca se  les vuelve a ver? ¿De dónde venimos todos nosotros? ¿Por qué quieren que seamos todos iguales, del mismo tamaño? ¿Por qué nos ceban y engordan? y la más importante ¿Cuál es la finalidad de todo esto?


A partir de ese día empezó a investigar, se escuchaban rumores de que los que se iban, eran llevados a una sala mucho más espaciosa con todo tipo de lujos, la mayoría de los pollos a los que preguntaba le miraban con cara rara y le decían que no había de qué preocuparse, sin embargo yo seguí con mi investigación...


Pasaron los días y Eddie comenzó a idear un plan para infiltrarse entre los pollos más viejos que eran llevados fuera de la nave.
Una vez  ya con ellos empezó a escuchar todo tipo de historias,  una vez uno de los pollos más sabios del grupo le contó que un pollo joven hace mucho tiempo se subió a los conductos de ventilación y vio lo que parecían  ser patas y picos de pollo, pero al no saberlo a ciencia cierta, el sabio decidió ignorar el tema. En cambio Eddie se empezó a interesar aún más por el tema.


Esa misma noche se subió a los conductos de ventilación, una vez allí efectivamente, vio tal y como le había contado el sabio, montones de picos y patas apuñados en el suelo.
Eddie bajó rápidamente asustado y empezó a gritar a todos los pollos diciendo que tarde o temprano todos acabarían descuartizados,  que lo que creían  era mentira, empezó a relatar lo que había visto, despertando a todos los pollos.
Los pollos bastante cabreados se burlaban de Eddie, llamándole paranoico, loco... Se escuchaban frases como: " Otra vez el Eddie con sus historias de fantasía" o..."Estás pensando demasiado, esto es solo una granja Eddie, fíate de nuestros cuidadores, solo quieren nuestro bien, nada más."


El sabio al escuchar tanto revuelo fue a ver lo que pasa. Él, bastante escéptico escuchó todo y se paró a pensar e intentó resolver la gran pregunta que Eddie se había formulado anteriormente... ¿Y si nuestro fin es comer para posteriormente ser descuartizados, y estamos engañados por los propios operarios que nos cuidan y nos controlan?

ALFREDO RAMÍREZ TORRES 1ª.BACH               28 de Mayo de 2017

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